El trauma es provocado por una variedad de situaciones en las que nuestra capacidad de reacción y asimilación de la experiencia se ve superada: accidentes; procedimientos médicos invasivos; abuso físico, sexual o emocional; rechazo; desastres naturales; pérdidas; problemas al nacer; asaltos y secuestros, entre otros.
Las recordemos claramente o no, estas situaciones provocan que el trauma permanezca en nuestro cuerpo en forma de energía atrapada, generando una respuesta permanente de lucha, huída o congelamiento que puede impedir seriamente nuestra habilidad para funcionar con resistencia, resiliencia y fluidez.
Contrario a la creencia popular, el trauma no es causado por el evento mismo, sino que emerge de la incapacidad para procesar eventos adversos con el cuerpo, la psique y el sistema nervioso. El trabajo psicobiológico facilita la finalización de la respuesta motora de autoprotección y la liberación de energía atrapada en el cuerpo, abordando así la causa de los síntomas del trauma. Esto se logra ayudando a la persona a desarrollar tolerancia hacia sensaciones corporales difíciles y emociones suprimidas.
La resolución psicobiológica del trauma no requiere que la persona reviva ni que vuelva a contar el evento traumático, sino que ofrece una oportunidad para que se introduzca, complete y resuelva —sin presión y con acompañamiento— las respuestas instintivas del cuerpo: pelear, huir y congelarse. Todo este proceso reinicia el sistema nervioso, restaura el balance interno, aumenta la resiliencia al estrés e incrementa la vitalidad de la persona.
Algunos de los posibles síntomas y síndromes del trauma que pueden resolverse a través del trabajo psicobiológico son:
Haz una cita para una sesión donde resolveré todas tus dudas e inquietudes
Copyright © 2021 Jean Betancourt - Todos los derechos reservados.